SANTIAGO LIÑARES
Restaurador de muebles y Artista Plástico
“ Sería bueno vivir al menos dos veces. Así, cuando termináramos una vida, estaríamos preparados para cometer errores mucho más refinados”.
Santiago Liñares
Era un sábado desconfinado de junio, con el cielo azul Klein, cuando decidí visitar Mad is Mad en el centro de Madrid. Entré en la galería y sonreí con los ojos al señor que estaba en la entrada junto a unos pequeños cuadros que atraparon mi atención: tenían la dimensión de mi mano abierta, no estaban enmarcados y respiraban libremente. Eran bicolores, con llenos y vacíos circulares y con una textura igual a la seda. Resistí para no tocarlos, el protocolo así me lo exigía. Seguí deambulando por la galería, me encontré con unas esculturas más orgánicas del mismo artista y con la obra de otro artista que estaba hecha con restos de maderas de barcos. Me quedé observando ambas obras con una curiosidad inmensa de conocer a los autores.
Más tarde, invadí la casa virtual de Santiago Liñares, me reencontré con los cuadros que resoplaban y unas cuantas obras más. Me entero de que su obra es transversal, que Santiago es un hombre de oficio y restaura muebles antiguos. Estos siguen la línea estética que me encontré en Mad is Mad, pero en forma de objeto utilitario. Es que el Arte es inútil, aunque haya mucha utilidad en su inutilidad. Casi todo lo que es inútil (me) hace sentir.
Hay personas que son Casa.
Mi curiosidad se incrementa vertiginosamente y decido invitarle a este ciclo de conversaciones ARTEsana(s). Su disponibilidad es inmediata y, tras unos meses de espera, nos encontramos en su casa en el centro de Madrid. Curioso que nuestro punto de encuentro fuera su casa, porque la Casa siempre nos delata y deja expuesta la forma en que nos habitamos. Pero, hay personas que ya son Casa y tienen siempre las puertas abiertas para que podamos entrar y ventanas grandes como ojos curiosos que nos miran sin juzgar.
Santiago es Casa-Persona y sabe la casa que es: ventanas abiertas por donde las palabras entran rítmicamente, sucesión de salas de estar que nos escuchan en silencio, jerarquía precisa de espacios que se abren a cada paso, curatoria elegante de elementos en que ninguno se siente extranjero y… Tristán, el perro que elige la persona con quien quiere estar. Cuando sonó la campanilla, Santiago bajó y me recogió en el portal en calma, desvestido de cualquiera juicio previo.
TRAYECTORIA

Santiago nació y creció en Galicia, al terminar el bachillerato decidió cursar psicología- por entonces se consideraba necesario tener una carrera para garantizar un futuro- dejó en parte sus inquietudes artísticas si bien todo lo manual seguía latente fuera del ámbito académico. Entablaba una relación umbilical con sus objetos. Convencido de que ellos tenían sentimientos, recurrentemente, los llevaba a la playa para que el mar hablara con ellos.
En las ciudades pequeñas, las emociones emergen con una fuerza que duele. Santiago, decidió, en los 80, adoptar Madrid como su casa y por fin, buscar la cura al cosquilleo que sentía. Tras trabajar en marketing y publicidad, se apunta a un curso de restauración de muebles y encuentra su destino en un Madrid ochentero, vibrante y muy tentador. Inicia su nuevo oficio, inicialmente en el Rastro, acompañado de una sensación de retraso y de un “si” desplegado en el tiempo … “Si hubiera empezado antes podría lograr en mi oficio una excelencia más grande”. La verdad, Santiago ya había empezado, pero no lo sabía. Y la excelencia esa, se resiente* en cada objeto suyo.
*resentir = volver a sentir
Alguna experiencia que tengo me hace creer que la técnica sin arte es exhibicionismo y el arte sin técnica no comunica. Para encontrarse el equilibrio entre este binomio es imperativo vivir, fallar, equivocarse, copiar, crear sigilosamente, construir, deconstruir, volvernos del revés hasta encontrarnos nuestra voz. ¿Cuánto tiempo se necesita? Incógnita. Cada uno tiene su tempo. Aunque, en contracorriente, sienta que, algunas veces, la precocidad puede llegar a ser el inverso lo sublime.
OBRA
La crisis del 2008, acercó a Santiago al mundo de las artes plásticas. Inicialmente, empezó por sumergirse en un universo más figurativo, con cuadros de una dimensión razonable que pudieran viajar en una maleta y llegar a los distintos lugares de Europa, donde amigos suyos, residentes en este antiguo continente, pudieran difundir su obra. El poder del “boca a boca” es incuestionable y todo lo que hace se vende sin problema. La gran receptividad le permite seguir profundizando en el arte, poniendo siempre todo lo que él es, en el detalle más mínimo.
| CUADROS QUE RESOPLAN

Santiago aplica todas sus técnicas de restauración a las obras que ejecuta. Los cuadros que me llevaron a contactarle eran tamaño DIN A5 de madera muy pulida, con volúmenes y vacíos mínimos y colores mates. Con esta obra, su idea es que cada cuadro funcione como un pequeño ladrillo y a través de la repetición construya, paulatinamente, un panel “pixelado”, en el cual cada obra se venda como un “píxel”. En sus cuadros “hay espacios y la sombra hace parte de la pintura” – igual a la arquitectura, pienso yo- Curioso es que Santiago sea un espectador atento a la trayectoria de muchos arquitectos. El brutalismo le gusta y se hace notar en su obra:
Construcciones minimalistas que muestran los materiales desnudos y los elementos estructurales sobre el diseño decorativo. Madera con formas geométricas angulares, sin pintar o teñida con una paleta de colores predominantemente monocromática. Santiago no emplea colores puros, igual que en un mármol, asoman diferentes tonalidades.
Estos cuadros que resoplan, resultaron de un experimento a partir de la obra de Paolo Scheggi. Con humor afirma: “Todo aquello que me gusta, yo lo replico porque lo quiero para mí y es un placer verlo todos los días”. A partir de este experimento, empezó a hacer su propia reflexión plástica deformando la superficie como el típico charco volcánico con volúmenes que se desgastaban por abajo. Diferentes placas a diferentes alturas que juegan con la luz y la sombra generando profundidad y variaciones cromáticas.
En algún momento, todos somos “ladrones” de ideas. Robamos lo que más nos gusta, activamos el gatillo de nuestra creatividad y generamos obras que también serán “justamente robadas». Aunque “robemos” con regularidad, asumirlo raramente es parte del proceso.
| CUADROS HECHOS CON CAJAS DE MADERA DE FRUTA

Partiendo de la obra de Ben Nicholson, sigue su propio camino explorando materiales que fuesen asequibles y encuentra en las cajas de madera de fruta, el material idóneo para empezar a experimentar la abstracción geométrica en los cuadros, y al mismo tiempo, reutilizar la madera sobrante en el revestimiento de muebles. Así surgen los cuadros volumétricos en que todos los relieves los constituyen los listones que conforman las esquinas de esas cajas de fruta recicladas.

“Cuanto más pequeño es este cuadro más dramático es”.
El primer cuadro volumétrico era blanco escayola, posteriormente decidió emplear colores y trabajar los bordes. A través del desgastado se asoman tonalidades que están debajo aportando un valor añadido. “A través de los colores adquiere nuevas dimensiones, consiguiendo que la obra se transforme según la perspectiva de la mirada, la posición del observador le concede distintas interpretaciones”.
Santiago añade: “Me gusta la topología y he buscado siempre la manera de construir una línea continua sin principio ni fin y plasmarla en mis obras. Empecé a construir obras cerradas en sí mismas, a semejanza del Uróboros, la serpiente mitológica que se representa mordiéndose la cola”. Aunque esta sea una posible explicación para estas obras en concreto, Santiago afirma que “… con mis obras no pretendo lanzar ningún tipo de mensaje. No busco que haya literatura detrás de ellas. Quiero hacer algo que tenga su propio mensaje, que la obra hable por si sola”.
De esta forma el artista concede total libertad al espectador para crear su propia narrativa a partir de lo que ve y siente. Con una sonrisa en los labios, remata “Las cosas que hago son mis novias desde que comienzo a plantearlas hasta que las doy por acabadas, bueno, y dos días más en que me quedo arrobado contemplándolas, sin pensamientos para otra cosa. Después, las olvido”.
| ESCULTURAS URÓBOROS

Sus esculturas invitan al tacto, a ser tocadas sin pudor. Santiago ejemplifica: “Si empiezas con tu dedo en cualquier punto de la cresta, puedes recorrer absolutamente toda la superficie y volverás al mismo punto de partida”. El círculo cerrado de la serpiente se mantiene, según una matemática muy elemental y bastante orgánica. “Cuando las proyecto no tengo ni idea de cómo va a ser su aspecto final”.
Me explica el proceso de construcción: “Primero recopilo cajas y cajas y cajas de fruta. Van a pensar que estoy loco, porque en la calle las rompo y me quedo con las esquinas, nada más. Los listones que conseguí la noche anterior, los llevo al taller, les quito las grapas y los clasifico según por tamaños. Más o menos con el volumen que tenga, sé que superficie va a cubrir. ¿Y cómo construyes la escultura? Hago una matriz de DM en la que dibujo aleatoriamente el recorrido de mi diseño y empiezo a cubrirla con los listones que recopilé. Con respecto a las formas que va tomando, es algo que me sorprende a lo largo del proceso y me dejo llevar. ¿Y cuánto tardas construyendo “tu novia”? Hay noviazgos más largos, otros más cortos. Depende del tamaño de “la novia”, realmente”, me contesta con alguna picardía.
| ESCULTURAS HECHAS CON RESTOS DE LISTONES

Santiago todo lo transforma. Reciclando, encuentra potencial donde los demás no lo ven. Los restos que quedan de los listones – pequeños trocitos de madera – los pega y construye otro tipo de esculturas. Más ligeras donde explora la dimensión mínima. Aunque sea agnóstico, sigue creyendo (igual que cuando era niño) que las cosas tienen vida. “Me gusta que algo que iba a echar, que acabaría convertido en basura, se convierta de repente en algo artístico”.
| MOBILIARIO

Los muebles en blanco y negro, llamarón mi atención, como en un damero el color negro no puede más que estar rodeado del color blanco. Santiago, trabaja por encargo y cada mueble es único, lo más personalizado posible – tanto mesas como estanterías, biombos, consolas, cabeceros, etc – los adapta ya sea por sus dimensiones, por su uso, por su historia.
CONTACTO
En estos tiempos convulsos, visitar a Santiago fue una clase maestra de humildad e inspiración. Es muy fácil ponernos en la periferia de nuestro camino y desviarnos. Pero, Santiago, dignamente y con maestría, se mantiene en ello. Quizás porque la vida nos torna hábiles y el arte nos torna humanos.
Muchas gracias, Santiago por tu disponibilidad, atención y buen hacer. ¡¡Tu obra emociona!!
Podéis contactarlo en:
IG | @santiagolignares
Bonito reportage, interesante Santiago
Muchas gracias, Miguel, por su tiempo e interés.
Maravilloso!! Santiago
Santiago y su obra nos inspira!!
Hola Ana,
no conocía tu labor, te felicito sinceramente, porque no es nada habitual encontrar tanta lucidez, refinamiento y sensibilidad en un observador y comentador de arte.
Conozco y admiro a Santiago Liñares y su obra desde hace mucho tiempo. Tengo la satisfacción de poder disfrutar de varias de sus obras, y mi intención es hacerme con alguna más…
Me gusta mucho la profundidad a la que has llegado en este certero análisis del artista-artesano Santiago, su trayectoria y su obra. Describes perfectamente la elaborada sencillez y la honestidad de sus creaciones, su lucha permanente contra la artificialidad y las servidumbres artísticas del momento, y creo que has captado perfectamente la inteligencia y finísimo humor que impregnan su personalidad y su obra.
Pero es el clima tan evocador, íntimo y cercano que has conseguido en la descripción de vuestro encuentro lo que me ha parecido más emocionante y excepcional.
Felicitaciones, al gran Santiago y a tí por descubrirlo a través de su obra, casa y palabra, tal cómo es…
Muchas gracias, Jose!
Tus palabras nos abrazan.
Hola, Ana
Me ha gustado mucho la magnífica entrevista que le has realizado a Santiago Liñares, la naturalidad y cercanía con la que nos acercas a él y a su obra; seguro que a él también le ha gustado.
Desconocía esta faceta tuya y que creo que debes seguir trabajando en ella, tu sensibilidad y tu capacidad de observación nos va a aportar mucho a la hora de acercarnos al mundo del arte y del artista.
Santiago Liñares ha sido una novedad para mí y su mundo plástico ha despertado mi curiosidad, a partir de ahora le seguiré con gran interés.
Muchas gracias, Cruz!
Tus palabras son muy importantes para mí.
It’s always nice to read smart people